martes, 19 de abril de 2011

Actividades para desarrollar la motricidad fina

Actividades para niños de 0 a 6 meses


Practica con tu bebé juegos y actividades que estimulen su aprendizaje

A continuación te presentamos tres actividades para estimular su motricidad y la percepción de relaciones instrumentales o de causa-efecto.

Son muy sencillas y a los niños disfrutarán mucho con ellas.

La pelota rodante
Con esta actividad estimularemos la motricidad gruesa, el sentido del equilibrio y la autoconfianza del niño. Sólo necesitas una pelota inflable grande de las que se suelen usar en la piscina o la playa.
Si no la tienes a mano puede servir un cojín grande. Y si el suelo está enmoquetado, mejor. Coloca al niño a un lado de la pelota. Desde el otro lado y siempre sujetándole muy bien para que no se caiga, colócale con la tripita sobre la pelota.

Y ahora... ¡a rodar! Ensaya diferentes movimientos: hacia delante y hacia atrás, de derecha a izquierda, dando pequeños saltitos o golpes a la pelota. ¡Ojo!, a algunos niños les puede dar miedo al principio. Ten cuidado con los movimientos excesivamente bruscos. Es conveniente empezar poco a poco, ir de menos a más. Si lo acompañas con el ritmo de la música o alguna canción, mucho mejor.

La manta mágica
Con esta sencilla actividad, que puede considerarse una variante de la anterior, favoreceremos en el niño el desarrollo de la motricidad gruesa y el control psicomotor. En torno a los seis meses todos los niños aprenden por si solos a darse la vuelta estando tumbados.

Con este juego lo favoreceremos. Sólo necesitas una manta o una toalla. Coloca al niño boca arriba sobre ella. Tira con una mano de un extremo para que el niño ruede sobre la manta, como en un tobogan. Con la otra mano ayúdale a controlar el giro, a colocarse bien, así le darás seguridad. Procura jugar con él sobre una superficie blanda, como una moqueta, o sobre la cama.
Es muy importante que todas estas actividades sean percibidas por el niño como algo lúdico y divertido. Ríete y sonríe de manera que pueda sentirse reconfortado, alaba y aplaude todas sus iniciativas. Si ves que en algún momento le da miedo, déjalo para otro momento.

Relaciones instrumentales
Detrás de este nombre rimbombante se esconden un montón de actividades tan sencillas y divertidas para los bebés, como ésta: Como verás se trata de una variación del clásico juego del cu-cu... ¡tras! Que debe practicarse con niños más bien cercanos a los seis meses, pues deben haber desarrollado cierta destreza para coger objetos.

Coge alguno de sus peluches favoritos y átale una cuerda suave. Luego juega con él escondiendo el peluche por detrás de algún objeto, una mesa, dentro de una caja, o de una bolsa...

Anímale para que tire de la cuerda y descubra qué hay detrás de ella. Celebra todos los intentos. Al principio tendrás que ayudarle para que logre coger la cuerda y tirar de ella. Por eso, en ocasiones, será necesario que comiences a jugar sin esconder el muñeco, para que simplemente descubra la relación causa-efecto que existe entre el hecho de tirar de la cuerda y que aparezca el peluche.

A los niños les encanta